Las luchas obreras continúan en el Egipto "posrevolucionario"

Tras la caída de Mubarak, los trabajadores egipcios siguen luchando por sus propias reivindicaciones

Trabajadores del textil

La semana pasada (7 de abril) los trabajadores de la compañía textil Shebin El-Kom, en Menoufiya, al norte de El Cairo, reanudaron su huelga tras suspenderla durante dos días tras un acuerdo entre los trabajadores y la dirección de la empresa.

"Tenemos pruebas de que el acuerdo no se cumplirá", dice Ali Mohamed, uno de los empleados de la fábrica. "Una de nuestras principales demandas era que los trabajadores despedidos vuelvan a sus puestos de trabajo, o al menos a puestos equivalentes, y esto no ha ocurrido."

Los trabajadores acusan a la empresa de intentar manipular a los despedidos, forzándolos a firmar cartas de renuncia, diciendo que esto gratantizará que sus compañeros vuelvan al trabajo.

La dirección llamó a las fuerzas armadas cuando los trabajadores se acercaron a la planta para reanudar su sentada de protesta. "El ejército está ahora mismo en la fábrica, pero por ahora mantiene una actitud neutral", dijo Mohamed, desmintiendo las noticias que circulaban por Internet de que los militares habían atacado la fábrica, disparado balas al aire y amenazado con arrestar a los trabajadores en huelga.

Los obreros de la empresa textil Shebin El-Kom llevaron a cabo una sentada de 35 días para protestar contra los intentos de los directivos indonesios de eliminar a la fuerza de trabajo y desmantelar fábricas para reutilizar los 152 acres de tierra sobre los que se asienta la fábrica. Ahora dicen que no terminarán su sentada hasta que se satisfagan sus demandas.

Energía
Mientras tanto, el lunes 11 de abril, empleados de 14 plantas energéticas empezaron una serie de huelgas para forzar el cese de los oficiales ministeriales implicados en casos de corrupción.

El portavoz del Ministerio de Energía Aktham Abul Ela negó que se estuviera dando ninguna huelga, afirmando que se había puesto en contacto con directivos de compañías que le habían asegurado que "las cosas iban bien".

En un comunicado obtenido por Al-Masry Al-Youm, los trabajadores dicen que la mayoría de los ministerios han visto cambios a gran escala tras la revolución del 25 de enero, no así el de Energía.

Los trabajadores decían que han presentado memorándums al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y el gabinete pidiendo la destitución de varios personajes principales del sector energético, que, dicen, llevan mucho tiempo en su puesto pero no han contribuido nada al sector.

El comunicado señalaba que el sector de la electricidad no resultó afectado por la revolución del 25 de enero, sólo porque los empleados de este campo comprenden la importancia nacional de su papel. Decía también que se convocaría a una protesta similar para el miércoles.

Trabajadores del Canal de Suez

El martes 12 de abril, Essam Sharaf, el primer ministro egipcio, dio órdenes a la cabeza de la Autoridad del Canal de Suez, el almirante Ahmed Fadel, de terminar con la crisis provocada por las protestas de los trabajadores de siete empresas afiliadas a dicha autoridad.

"Se nos informó de la orden del primer ministro, que respondía a miles de trabajadores", dijo Nasser Othman, el secretario del fondo de la Unión de Trabajadores de la Compañía de Arsenal Marítimo de Suez. Añadía que él y los trabajadores habían hecho una queja oficial contra el presidente de la compañía porque se negaba a satisfacer las demandas de los trabajadores.

Los obreros empezaron su protesta el 3 de abril. Al ver que no se satisfacían sus demandas, la protesta pasó a ser una huelga. La mayoría de los trabajaodores secundan la huelga en las oficinas de sus empresas respectivas.

Otras acciones obreras

Unos 350 distribuidores de bombonas de gas butano en el Delta, en Daqahlia, se manifestaron frente al Ministerio de Solidaridad Social, en la ciudad de Talkha, en protesta por la reducción del número de bombonas que reciben.

En El Cairo, 200 empleados de la Hacienda Pública también protestaron, exigiendo salarios y bonus de acuerdo con sus cualificaciones.

Otras 45 personas se manifestaron frente a la oficina del Ministerio de Justicia, exigiendo la implementación de una normativa judicial que había ordenado al ministerio cumplir sus demandas.

En Alejandría, 30 profesores temporales protestaron frente al Ministerio de Educación. Exigían contratos fijos.

En Gharbiya, 1200 trabajadores de la Compañía Financiera e Industrial protestaron por mejores salarios e incentivos, mientras que 350 obreros de Chipsy en Monufiya protestaron por el mismo asunto.

En Beheira, 100 estudiantes del Instituto de Enfermería también protestaron por no ser aceptados en el colegio de enfermeros, lo que afectará a su capacidad de encontrar trabajo.

En Ismailia, los habitantes del pueblo de Mahsama protestaron contra la decisión del consejo local de cerrar una panadería en el pueblo que servía a 1500 habitantes.

Los trabajadores de la fábrica de hilado y tejido de Assiut se negaron a abrir la fábrica a su nuevo dueño, un conglomerado de bancos que había obtenido permiso para comprarla del anterior primer ministro, Ahmed Nazif

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