La izquierdas extraparlamentarias y las minorías izquierdosas con o sin representación, llevan intentando agitar las calles desde hace ya un tiempo. Con la salida del gobierno del hermano mayor, el PSOE, esa agitación se ha multiplicado y ya ha dado su mayor fruto, una pseudohuelga propagandística. Hasta aquí nada nuevo, ninguna estrategia fuera de lo común en la izquierda, que está acostumbrada a tirar de "bases" para sacar réditos políticos frente a negociaciones con el gobierno o la patronal, pero que no duda en soltar lastre cuando logra representación y poltronas.
Y es que vuelven a salir a la calle con el mismo mensaje de siempre: haced más fuerte al Estado y aupadnos al poder, que ya si eso, os solucionamos nosotros los problemas desde las alturas. Ya hace tiempo que desembarcaron en las asambleas de barrio y de nuevo emplean la estrategia de las Plataformas para presentarlas como fuerza de cambio, pero para que nada cambie.
Creemos necesario hacer un ejercicio de memoria, y algunos de nosotros un estudio de la historia (porque no vivimos la época o no éramos conscientes de los hechos) sobre el periodo de la Transición, porque veríamos cómo actuaron las fuerzas izquierdistas como el PSOE o el PCE, así como diferentes sectas marxistas que desmembraron un movimiento obrero que, si bien no estaba demasiado formado, emanaba una energía que no se recordaba en mucho tiempo en España.
Estas organizaciones fueron las encargadas de destruir cualquier tipo de conciencia, de implantar y favorecer el sistema delegacionista de las elecciones, tanto parlamentarias como sindicales; fueron las encargadas de cargarse el movimiento vecinal, de acabar con las Comisiones Obreras, que en otro momento funcionaban de un modo muy diferente...
Pero no son sólo los grandes conocidos los que deberían hacer saltar las alarmas, ya que existen infinidad de grupúsculos, tanto sindicales como políticos, que ahora se presentan como nuestros salvadores y los alentadores de la revolución, casi sin dar pistas sobre su ideología. Éstos nos llaman a la unidad, como si esta fuera posible entre los proyectos políticos y la clase explotada. Nos llaman a hacer plataformas por encima de las ideologías, nos dicen que hay que juntarse porque nos unen muchas cosas... mentira. Son estrategias perfectamente planificadas, que ya han sido utilizadas en innumerables ocasiones y que degradan al movimiento anarquista y sindical en general.
Pero no son sólo los grandes conocidos los que deberían hacer saltar las alarmas, ya que existen infinidad de grupúsculos, tanto sindicales como políticos, que ahora se presentan como nuestros salvadores y los alentadores de la revolución, casi sin dar pistas sobre su ideología. Éstos nos llaman a la unidad, como si esta fuera posible entre los proyectos políticos y la clase explotada. Nos llaman a hacer plataformas por encima de las ideologías, nos dicen que hay que juntarse porque nos unen muchas cosas... mentira. Son estrategias perfectamente planificadas, que ya han sido utilizadas en innumerables ocasiones y que degradan al movimiento anarquista y sindical en general.
Para los grupos y grupúsculos de izquierdas lo importante es el número y no la calidad. Importa el lugar al que se llega y nunca cómo se llega, es decir, todo les vale para alcanzar sus objetivos, incluso vender a quienes en un principio le han apoyado. La estética, la visibilidad ante las cámaras, los mass-media, vuelven a ser importantes... pero lo peor de todo es que el movimiento libertario se ve impregnado de toda esta farsa obrerista y ciudadanista.
Y es que parece que ha calado, con la ayuda de una situación económica y social muy complicada, el discurso de la izquierda, de juntarse aunque no se tenga nada que ver y siempre desde las cúpulas. Ha penetrado el discurso populista de que lo Estatal es público y por ello hay que defenderlo a muerte. Hay que colaborar con otras organizaciones, aunque sepamos que son autoritarias, verticales y traidoras, en lugar de buscar la alianza con nuestros iguales. La ley del número vuelve a estar de moda y es bueno ir a una mani llena de banderas de todos los colores, aunque la gente se quede con un mensaje sesgado y piense que todos vamos a lo mismo, cuando la realidad es que unos van a pescar en el río revuelto que otros hemos contribuido a formar. No podemos decir lo que pensamos sobre los políticos, con la excusa de que las bases son trabajadoras, cuando tienen una gran responsabilidad sobre lo que ocurre, ya que siguen en las mismas Organizaciones y no se plantean marcharse, o se marchan y forman Organizaciones iguales pero con más posibilidades de trepar. No podemos criticar a los que ahora nos acompañan porque se pueden molestar y largarse; pues que se vayan, que no los queremos ni ver.
Desde la Coordinadora Anarquista del Noroeste hacemos un llamamiento a retomar la esencia libertaria de las Organizaciones, de romper con el plataformismo y la manipulación política de los que sólo tienen un interés concreto en ir de la mano con los trabajadores, para poder ascender en las escalas de poder. Es el momento de denfeder el anarquimo con todas las letras. La experiencia de la Transición, en la que una clase obrera con muchas ganas, pero poco formada e informada sobre los peligros de la izquierda, no pudo cambiar la sociedad y se dejó imbuir por las ideas "progresistas" de la izquierda, nos ha enseñado que si queremos caminar hacia la libertad, no podemos dejar que nos acompañen en el camino elementos cuya idea de libertad es el parlamento o la dictadura.
La única forma de reforzar nuestras Organizaciones es trabajar en ellas, trabajar en sus formas específicas, y dejarse de plataformismos y ambigüedades, porque son solo es una forma de diluir nuestro mensaje y debilitarnos, y al mismo tiempo, reforzamos los proyectos políticos de la izquierda que nos quiere manipular y utilizar para sacar un rédito político, una cuota de poder o una cargo de privilegio, como ser concejal o liberado sindical.
que se compra y se vende,
somos y seremos lo que queramos
y no lo que quieran que seamos.
Por la anarquía.
Grupo de Salamanca
Coordinadora Anarquista del Noroeste
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