El funcionario de Orihuela ha sido suspendio después de que una agente animara a la presunta víctima a denunciarlo
Una joven marroquí ha interpuesto una denuncia contra un Policía Nacional por presunto abuso sexual mientras se encontraba detenida en la Comisaría de Orihuela.
Los hechos se remontan al pasado 28 de mayo cuando Noura Benrabah, de 25 años, se hallaba a la espera de pasar a disposición judicial para que se efectuara la orden de expulsión de España que pesaba contra ella.
Dos días más tarde, en su denuncia ante los funcionarios, Noura aseguró que sufrió abusos sexuales como tocamientos, besos y agarrones por parte de un policía que se acercó hasta su celda para preguntarle por qué estaba retenida.
El funcionario repitió su visita una hora más tarde, según la denunciante. El agente le dijo entonces que podía «quitar la hoja de procedimiento, con lo cual evitaría que la expulsen». Mientras ambos permanecían en la celda, el agente, de quien aporta la descripción física, le dio «besos en el cuello, a la vez que la agarró y se aproxima a ella», añadió.
Siempre según la denunciante, el policía la trasladó después a un pasillo cercano a los calabozos, donde el agente le dijo que iba a llamar a una amiga «que habla árabe» desde su teléfono, para que ésta indicara a la detenida «lo que tiene que hacer».
Noura accedió y escuchó una voz femenina que la denunciante relacionó con el acento de Marruecos. La mujer le dijo que el policía «puede hacer cosas con las chicas y consigue que se libren de los problemas».
En su declaración, la marroquí aseguró que vio en el teléfono el nombre de Leila y, que al concluir la conversación, el funcionario policial le pidió su número de teléfono. Ella accedió «pensando en que podía entregarle dinero a cambio de sus favores». Pero acto seguido fueron a los aseos y allí el policía, según declara, le levantó la prenda superior, le besó los pechos y le tocó los genitales, según el escrito de denuncia.
Los hechos, relata, se repitieron al día siguiente. Fue entonces cuando una mujer policía accedió al pasillo de los calabozos y preguntó a su compañero «¿Qué estás haciendo ahí?». Fue ella la que, durante el traslado a los juzgados, preguntó qué había sucedido en los calabozos. Cuando la marroquí le dio su versión, la agente le indicó que debería denunciar los hechos, lo que finalmente hizo ante los policías que la custodiaban.
Las provincias
A esta gente deberían realizarle un control y un seguimiento exhaustivo y realmente profundo sobre su personalidad antes de meterlos en el cargo.
ResponderEliminarY digo esto aún a sabiendas de que el mero hecho de meterse a torturador ya supone una personalidad bastante sádica... hay que tener mucha mala idea, sobre todo para poder dormir después de estar viendo a gente torturada y privada de libertad desde el otro lado de las rejas (aunque a su vez ellxs también están entre rejas... dejo ahí la idea)
despues dicen que protegen a la jente ....cuando te descuidas te la meten asta el mango.. cuanta corrupcion que pena da leer esto ......
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