Ayuntamiento y federación vecinal envían a los ciclistas a la calzada

La ordenanza de Circulación obligará a los usuarios de la bici a llevar prendas reflectantes de noche - Los ciclos no podrán ir por jardines públicos, salvo el cauce del Turia, y cederán paso al peatón

La ordenanza de Circulación de Valencia, que será aprobada definitivamente en el pleno del viernes, echa a los ciclistas a la calzada equiparándolos al coche. La norma atiende así una alegación de la Federación de Asociaciones de Vecinos que se recoge en el artículo en el artículo 36 de la nueva normativa. Según el nuevo articulado, "en ausencia total o parcial de carriles o vías señalizadas para los ciclistas, éstos lo harán por la calzada" siempre "en el sentido de circulación permitido", esto es, respetando las señalizaciones de tráfico y no al libre albedrío.
El terreno de la bicicleta se circunscribe así al carril-bici -aproximadamente 130 kilómetros- y a las aceras y calles peatonales suficientemente anchas donde estén expresamente autorizadas las dos ruedas. El ayuntamiento no marcará en el asfalto la zona de circulación de las bicicletas.
Los colectivos de ciclistas defienden la idea de circular por la calzada, en concreto, piden que se les reserve el carril derecho, como ocurre en muchas grandes ciudades, si bien apuntan que la falta de concienciación de los conductores en Valencia lo convierte a día de hoy en un riesgo. Sin la "pacificación" previa del tráfico, los ciclistas prefieren las aceras, así volvió a quedar de manifiesto la semana pasada en un foro de la Universidad Politécnica organizado ante el elevado número de atropellos de ciclistas en el entorno del campus.
La ordenanza obliga a los conductores de los vehículos a moderar la velocidad o detenerse cuando se aproximen a vías ciclistas o vayan por la calzada, mientras que los ciclistas tendrán que dar prioridad a los viandantes en las zonas peatonales, donde tampoco podrán aparcar las bicis salvo que haya zonas acotadas.
El borrador de la ordenanza que regula todos los usos de la vía pública tanto de vehículos, como de bicicletas, patines, vados y gorrillas, ha recibido 90 alegaciones de vecinos, hosteleros y empresarios de las que se han incorporado una veintena. Según el texto definitivo de la ordenanza de circulación, los ciclistas tendrán que llevar chaleco, brazalete u otra prenda reflectantes por la noche -no obliga en cambio al uso del casco- y no podrán circular por jardines públicos salvo que esté permitido específicamente, como en el Jardín del Turia.
El edil socialista Francisco Carsí aseguró que la normativa es "más de lo mismo" y obvia la movilidad sostenible, a lo que el delegado de Tráfico, Alfonso Novo, replicó que la ordenanza "no habla sólo de coches" y se ajusta a la normativa europea y a la ley de Seguridad Vial.

La ordenanza de Circulación de Valencia también recoge, en respuesta a las alegaciones vecinales, la implantación de la tarjeta naranja de aparcamiento para residentes aunque suprimiendo la infracción revista en el borrador por la utilización de vehículo por persona distinta a titular de la tarjeta. La tarjeta -explicó el concejal de Circulación, Alfonso Novo- "se circunscribe a un vehículo, y no a una persona".
Los precios de la tarjeta, que tendrá una vigencia de dos año, está por concretar pero serán asequibles puesto que el hecho de tener tarjeta no garantiza la plaza y para evitar la picaresca de arrendar la plaza de garaje porque el vehículo tiene plaza en la calle, como ha ocurrido en Madrid.
Novo aludió a Sevilla, donde la tarjeta suele valer unos 85 euros anuales, pero indicó que en Valencia todavía no está establecido.

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