El 21 de enero de 2009, dos presos murieron en un intervalo de 24 horas. El primero fue encontrado muerto la madrugada de un sábado, en el interior de su celda, por personal del centro. Se trataba de un vecino de El Astillero, de 29 años. Los primeros indicios apuntaron a que el joven pudo haber muerto como consecuencia de una sobredosis de droga.
El segundo fallecimiento se produjo apenas 24 horas después que el anterior, durante la madrugada del domingo al lunes, cuando funcionarios de la prisión encontraron muerto, también en el interior de su celda, a un vecino de Murcia de 34 años de edad que, al parecer, se habría ahorcado.
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