Mohamed Haddad, en huelga de hambre desde el 22 de diciembre de 2009

Relato de la desesperada situación de esta víctima de la investigación sobre el atentado del 11-M.

Mohamed Haddad entró en huelga de hambre el 22 de diciembre de 2009 como resultado de la situación desesperada y de la no salida en la que se encuentra en el CITE de Ceuta.

Mohamed, una victima de la investigación del atentado terrorista del 11M fue secuestrado por la policía secreta marroquí DST el 17 de marzo de 2004. Tanto las organizaciones de derechos humanos marroquíes como la familia del mismo denunciaron los hechos en su momento. Inicialmente, la administración marroquí negó el secuestro. Tanto la familia como las ONG’s lucharon mediante todos los medios posibles para conocer el paradero de Mohamed. Después de 45 días de angustia y de incertidumbre reaparece mohamed tras ser abandonado por la DST marroquí en la estación de autobuses de Rabat. Las organizaciones de derechos humanos marroquíes, familiares y conocidos comprobaron la tortura psicológica sufrida por él que dio lugar a secuelas físicas (una pérdida de 20kg entre otras).

El siguiente capítulo del calvario de Mohamed se concreta en su lucha con el apoyo de las organizaciones de derechos humanos marroquíes para la recuperación de su título de viaje. Mohamed residía en España de forma continuada durante 14 años hasta enero de 2004. En esta fecha por el acumulo de circunstancias personales (la pérdida de su hijo recién nacido entre otras) Mohamed se dirige junto a su mujer a su ciudad natal para tratar de superar su situación personal. Sin embargo, el destino no le da tregua en marzo del 2004 la DST le secuestra por una presunta implicación en los atentados terroristas y al soltarle 45 días después no le devuelven el pasaporte. Mohamed comunica al juez del Olmo su disposición a colaborar en aclarar los hechos y demostrar su inocencia. En estos momentos Mohamed tenía una tarjeta de residencia permanente en España con fecha de caducidad hasta el 18 de febrero del 2006. Así que el privarle de su título de viaje era juzgarle de forma extrajudicial a vivir como sospechoso, a no poder demostrar su inocencia, a vivir separado de su mujer y a no asistir al nacimiento de sus dos hijas. La policía marroquí mantuvo que devolverle el pasaporte era una cuestión de tiempo. Y así fue, el pasaporte le ha sido devuelto una semana después de caducarse su tarjeta de residencia permanente en España.

Mohamed, que mientras fue víctima de una atroz campaña mediática que le ha utilizado como prueba de su teoría conspiratoria, se pone en contacto con el consulado general de España en Tetuán para comunicarle su intención de volver a España. Y aquí empieza el tercer capítulo de la lucha de Mohamed para recuperar su dignidad y sus derechos fundamentales. La ley de extranjería le otorga a cualquier inmigrante el derecho de renovar la tarjeta de residencia en un plazo de 90 días posteriores al vencimiento de la misma. Sin embargo, incluso esta opción va ser negada a Mohamed que mantuvo una posición negociadora durante todo el proceso. El Sr. Consul se reúne el 08 de marzo del 2006 tanto con su abogado como con los representantes de las organizaciones de los derechos humanos marroquíes y le aconseja solicitar un visado para reunirse con su familia. De este modo, Mohamed que podía haber entrado en territorio español y solicitado la renovación de su residencia permanente, se conforma con solicitar un visado el 17 de marzo de 2006 (dentro de los 90 días de renovación establecidos por la ley). Además, para sorpresa del interesado y de las asociaciones de derechos humanos el consulado le comunica la denegación del visado en septiembre de 2006. Mohamed no renuncia a luchar por el restablecimiento de sus derechos durante todos estos años.

Tras tantas injusticias Mohamed trata de restablecer su vida en Marruecos como cualquier ciudadano. Los acontecimientos que sucedieron en su vida y el haber entrado en contacto durante sus cinco años de lucha con muchos activistas de derechos humanos y políticos llevaron a Mohamed a afiliarse al partido de los trabajadores. Como resultado de dicha afiliación, decidió ejercer el derecho de presentarse en los últimos comicios electorales que otorga la constitución a cualquier ciudadano marroquí. Sin embargo, ni siquiera con está última opción le ha dejado de perseguir la sombra de la presunta implicación en los atentados del 11M. La DST le comunica que no puede disfrutar de este derecho puesto que fue presuntamente implicado en el 11M. La reaparición de los servicios secretos en su vida ha sido la gota que ha colmado el vaso. Por ello, el 15 de junio de 2009 solicitó asilo político en España. El 8 de septiembre de 2009 y transcurrido un plazo de más de 60 días desde la presentación de la solicitud Mohamed solicita por escrito que se le proveyese de la correspondiente autorización de permanecer en el territorio español durante la tramitación de su expediente a que se refiere el art. 13.2 del Real Decreto 203/1995 de 10 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de Aplicación de la ley 5/1984, de 26 de marzo. Se le notifica el trámite de audiencia el 9 de septiembre de 2009 pero no se le facilita la correspondiente documentación. El 02 de diciembre de 2009 se le deniega el asilo político y la protección internacional. La resolución de Interior aplica a Mohamed la nueva ley de Asilo 12/2009, de 30 de octubre, y basa su decisión en la sospecha de que tanto la participación de Mohamed en los comicios electorales como la posterior solicitud de asilo fueron intencionadas para defraudar la ley de extranjería negando con ello su calvario que está más que documentado. Asimismo, se le comunica que debe abandonar el país en 15 días. Puesto que la resolución de salida obligatoria no contempla la relevancia de la situación familiar del compareciente y además la ejecución de la devolución supondría poner en peligro la integridad física del mismo, Mohamed Haddad entra en huelga de hambre el 22 de diciembre de 2009.

La familia de Mohamed Haddad


La Haine


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