Una banderola gigante de Etxerat ha abierto la multitudinaria marcha que ha dado en Bilbo un "no" rotundo a la "política penitenciaria criminal". Miles de personas han reclamado que se respeten los derechos de los prisioneros vascos y han demandado "euskal presoak Euskal Herrira". En el acto final, los convocantes han cedido la palabra a un familiar, que ha subrayado que 2010 tiene que ser "el año de los compromisos concretos y tangibles" para detener "esta política criminal".
Con las aceras abarrotadas de gente, una gran banderola de Etxerat ha abiaerto la marcha flanqueada por hileras de familiares con el pañuelo al cuello y quinqués encencidos en las manos.
"Dagozkien eskubideen jabe, euskal presoak Euskal Herrira", han reivindicado los participantes en la manifestación, que se ha iniciado poco después de las 17.30 horas en el Sagrado Corazón de Bilbo.
Los aplausos han recibido a la cabeza de la marcha, que avanzaba muy lentamente debido a que las personas que ocupaban las aceras se incorporaban a la manifestación en sus primeros metros.
A gran distancia de la banderola se veía la pancarta con el lema de la marcha –"Dagozkien eskubideen jage, euskal presoak Euskal Herrira"– convocada por EA, izquierda abertzale, Aralar, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna.
El cuerno y los sones de la txalaparta anunciaban la llegada de la manifestación a lo largo de la Gran Vía, una marcha en la que arreciaban las demandas de repatriación de los prisioneros políticos, "presoak kalera, amnistia osoa", "errefuxiatuek Euskadin bizi behar dute" o "euskal presoak, etxera".
Cuando la marcha ha llegado a la calle Iparragirre, al lado de la subdelegación del Gobierno español, un "Non dago Jon?" ha atronado ante los seis guardias civiles, que metralleta en mano, custodiaban el recinto.
A las 18.21 horas ha llegado la banderola a la Plaza Circular, donde se han formado grupos de personas que esperaban y aplaudían la manifestación. A las 19.15 ha llegado la cola de la manifestación a este punto donde confluían los eslóganes de los manifestantes y los aplausos de quienes participaban en el acto final en las escalinatas del Ayuntamiento.
"Política criminal"
Allí, los convocantes han cedido la palabra a un familiar, quien ha subrayado que el año que ha comenzado tiene que ser el de "los compromisos concretos y tangibles" para acabar con "esta política criminal".
Ha manifestado que los familiares continuarán dando testimonio de las conculcaciones de derechos y que seguirán "tocando puertas" para que esta situación llegue a su fin.
Miles de personas esperando
Media hora antes del inicio de la manifestación, miles de personas esperaban su y en el lugar de partida estaban ya los convocantes, además de distintos agentes sociales y sindicales que han respaldado la manifestación, están ya allí, al igual que familiares de represaliados políticos vascos que llevan anudado al cuello el pañuelo de Etxerat.
Un helicóptero de la Ertzaintza sobrevuela la zona y en las bocacalles de la Gran Vía hasta la Plaza Circular están ya apostadas furgonetas de la Policía autonómica.
La manifestación convocada por EA, la izquierda abertzale, Aralar, Alternatiba y Abertzaleen Batasuna retoma el testigo de Etxerat después de que la Audiencia Nacional española decidiera atender la demanda de Dignidad y Justicia y prohibir la marcha.
Las formaciones políticas citadas, a las que se unieron más tarde la mayoría sindical vasca y otros agentes, han subrayado que es necesario el compromiso de la ciudadanía para conseguir "dejar sin efecto la política penitenciaria criminal en vigor".
"Debemos impulsar entre todas y todos una gigantesca ola para concluir estas vulneraciones", indicaron y su llamamiento ha sido respondido por las miles de personas que se manifiestan en la Gran Vía de Bilbo
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