Okupar y preocupar

De entre los numerosos triunfos de nuestra civilizada civilización, destaca el hecho del éxito consumado por la tendencia a una supervivencia individual. El salvesequienpueda y tontoelúltimo son las filosofías reinantes en nuestras junglas de asfalto. Las constantes restricciones que sufren nuestras calles son una muestra de la pérdida del espacio común, de nuestro aislamiento particular y de la formación de los ghettos colectivos. En las ciudades no hay plazas de pueblo, ni casas de la cultura, ni centros sociales...
Un momento; centros sociales?. La okupación de espacios abandonados a fin de rehabilitarlos y transformarlos en espacios abiertos y de encuentro, surge como respuesta a estas carencias.


Los compañeros de Algirós tras el desalojo sufrido en el centro Al Jaleo frente al mercado del barrio, renovaron las ganas para intentar otra okupación. Esta vez fueron un poco más hacia bajo, hacia el Grao, en el parque de Ayora. Un antiguo colegio abandonado desde hacía más de seis años, de siete plantas, 4500 metros cuadrados y con cancha de basket incluida, fue el lugar elegido. Pasaron tres días sacando escombros e informando al barrio. “Nosotros reivindicamos espacios como los que existían antes, la cosa del barrio, el rollo social, las relaciones de vecinos y formas de ocio gratuitas y no clasificadas”.

Sin embargo todos sabemos que la okupación en Valencia es un fenómeno tradicionalmente reprimido por nuestros ayuntamientos y especialmente por el de nuestra alcaldesa. El nuevo centro del colectivo de Algirós no iba a ser una excepción. Los tres compañeros que acudieron a la radio para contarnos su experiencia fueron los únicos que se quedaron para hacer guardia la segunda noche. Los nacionales entraron amenazando, con las armas en la mano y nerviosos ante un espacio tan grande y oscuro. “Pensaban que había más gente y aunque les decíamos que se tranquilizaran no nos creían”. Insultos, golpes y vejaciones durante varias horas y amenazas al estilo “si me la juegas te pego dos tiros”, mientras los compas besaban el suelo.
Tras registrar todo el edificio en “un plan muy peliculero” la policía les dio una hora para desalojar.

Esa misma noche se quemaron en Ayora cuatro coches junto a la puerta del centro “y claro que enseguida se nos atribuyó pero nosotros no quemamos coches de vecinos, nosotros sacamos escombros y reciclamos centros sociales”.
Pocos días después y en un intento patético de ganarse el favor de los vecinos, aparecieron con el logo de la Generalitat en la puerta del colegio, unas hojas informativas que anunciaban de la próxima apertura del centro y de material gratuito para todos. Ni que decir tiene que la promesa duró lo que tardó en caerse la hoja mal pegada en la que venía impresa y que hoy en día el centro sigue tal y como estaba entonces, sino peor.
A pesar de este segundo desalojo, “nosotros seguiremos intentándolo, no nos vamos a cansar porque sobre todo tenemos nuestras ganas de vivir”.

Esa misma semana hubo otro desalojo esta vez en Alicante. Se okupó en el barrio del Plá una nave abandonada. Se colgaron pancartas y se repartieron paskines por el barrio en unas jornadas de fin de semana. Se organizó una charla y cena con la gente de A las barricadas, momento elegido por la policía para un desalojo totalmente ilegal. Nuestro compañero en Alicante city aseguró que “no necesitamos una ocupación para seguir luchando, seguiremos buscando espacios donde encontrarnos y difundiendo nuestras ideas”.

La okupación tiene como suele decirse una terrible mala prensa. Se entiende algo así como una forma de robo, un asalto a la propiedad privada por parte de algunos locos socialmente marginados. Sin embargo, limpiar, rehabilitar, conocerse, divertirse, participar, autogestionarse, enseñar, reivindicar, ofrecer y todo esto sin ánimo de lucro, está muy lejos de ser un robo como el que supone restringir las libertades en el espacio público y deteriorar las relaciones sociales y vecinales. Y si no, qué dirían los okupas del Cabanyal? “Robar es destruir un barrio, expulsar a su gente y hacer negocio de ello”

Barridelcarme.net



Més informació sobre okupacions recents i desallotjaments a València:

Proyecto Mayhem

CSO La Closka

CSO El Nido

La Fusteria






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